sábado, 9 de agosto de 2008

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas


COORDINADORA ANDINA DE PUEBLOS INDÍGENAS – CAOI

Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina


Por Estados Plurinacionales sin criminalización ni discriminación

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas, 9 de agosto, fue instituido por las Naciones Unidas en 1994. Trece años después, en setiembre del año pasado, la ONU adoptó la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas. Ambos hechos, sin embargo, se dieron en un contexto de expansión de la globalización neoliberal, que busca homogeneizar el mundo, anulando el respeto a la diferencia y avasallando nuestros derechos para favorecer a las empresas transnacionales.

En el mundo existen más de 370 millones de indígenas pertenecientes a más de 5,000 pueblos de 72 países. En América Latina, somos 55 millones de personas de 400 pueblos. La mayoría de ellos está en Guatemala, México, Bolivia, Perú y Ecuador. En resumen, la Región Andina concentra la mayor población indígena de Sudamérica.

Somos anteriores a los Estados actuales y resistimos más de 500 años, desde la invasión europea al Abya Yala, los intentos de aniquilarnos. Las repúblicas nacidas con las independencias criollas no cambiaron nada para nosotros. Y esa exclusión secular se ha agravado con la globalización neoliberal.

Parte de la imposición del neoliberalismo son los tratados de libre comercio y los acuerdos comerciales en general y los megaproyectos de infraestructura diseñados para favorecer el saqueo de nuestros bienes naturales por las transnacionales. Los Estados emiten normas destinadas a desaparecer nuestras comunidades y a criminalizar nuestras justas protestas.

En la Región Andina, esto ocurre en Perú y Colombia, mientras Ecuador y Bolivia logran aprobar nuevas constituciones que definen los Estados Plurinacionales, una de nuestras reivindicaciones esenciales. Y Bolivia es por ello el objetivo de una campaña desestabilizadora orquestada por el imperialismo y la oligarquía local, que comprende los referendos autonómicos, la organización de grupos neonazis que agraden a los pueblos indígenas, la satanización de su nueva Constitución y el intento de boicot al referendo revocatorio del domingo 10 de agosto.

¿Tenemos, entonces, motivos para celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas?

La mejor manera de conmemorar este día es fortaleciendo nuestras organizaciones y su articulación, para luchar contra el neoliberalismo, la incursión violenta de las transnacionales en nuestros territorios, los tratados de libre comercio y el incumplimiento de los Estados de las constituciones, leyes nacionales y tratados internacionales (Convenio 169 de la OIT, Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU) que protegen nuestros derechos.

Debemos también convocar al conjunto de movimientos sociales y organismos de derechos humanos a la solidaridad con Bolivia. Y a vigilar el proceso ecuatoriano para que realmente signifique un cambio. En una palabra, seguir luchando coordinadamente por la defensa de nuestros derechos, contra la criminalización de nuestras demandas y por la construcción de Estados Plurinacionales Comunitarios como una alternativa que garantice el Buen Vivir para toda la humanidad.

LIDERAZGO Y ANCESTRALIDAD


El liderazgo comunitario es una práctica y una teoría del ejercicio del poder y gobierno de las comunidades indígenas marcadas por una fuerte ancestralidad, que no es otra que el régimen colectivista que primó en los andes y que tuvo su máxima expresión en la edificación de un Estado y una sociedad colectivista, gobernada por una elite de dirigentes “inkas”; y en este aspecto, el término inka, no tanto es el nombre de un grupo étnico en particular, sino la denominación de un modelo de conducta, hábito y disposición para el ejercicio del buen gobierno[1], a los cuál se elegía periódicamente, y que estaba compuesto por un Consejo de 16 miembros en el cual a más de representar una dualidad de poderes compartidos (8 hombres y 8 mujeres), representaba igualmente a las panakas y los suyus. Consejo en el cuál el Sapa Inka tenía la máxima autoridad.

Entonces aquí vemos una primera o la más fundamental característica del modelo del liderazgo comunitario, esto es su absoluta dedicación al cuidado y crecimiento del bienestar colectivo, no en balde el término de “wakchakuyah” aplicado al Sapa Inka, da cuenta desde un inicio la voluntad y el carácter esencial del liderazgo y gobierno comunitario en los andes, de representar y prevaler a los más desvalidos.

De esta manera los máximos líderes y gobernantes del Tawantinsuyu, eran formados desde niños como “inkas” es decir con las mejores disposiciones físicas, emocionales, mentales y morales, por último debían someterse a durísimas pruebas para luego por último ser elegidos por un cuerpo de electores destacados igualmente por su liderazgo, su hombría de bien, su conducta impecable, su moral, sus costumbres y sus linajes. Es decir el colectivismo transformado en su sistema de gobierno democrático.

Igualmente vemos que la estructura de gobierno y de poder que enmarca el liderazgo comunitario es en primer lugar la tetrarquía (el gobierno de cuatro) que en mucho está definido por la necesidad de la representación y control del espacio territorial, es decir los suyus, que a la vez están signados por los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Y, en este sentido al haber mayor territorio compuesto al norte y sur (chincaysuyu y qollasuyu) la representación de los suyus se vuelve equitativa en relación al este y oeste, (antisuyu y kuntisuyu) con menor territorialidad.

Este modelo dual de poder compartido, entre hombres y mujeres, cuanto en el aspecto territorial entre hanan y hurin, es la más fiel expresión de una democracia colectivista y de un gobierno a la vez democrático y centralista.

Y entonces aquí otra característica sobresaliente del liderazgo comunitario, es decir el poder compartido y dual en base al género, el Inka cogobernaba con la Qoya, e incluso en una primera fase (Mama Wako) la Qoya gobernaba más que el Inka[2]. Así mismo en todos las demás formas e instituciones de gobierno del Tawantinsuyu igualmente estaban “dualizadas y compartidas en la parejas de esposos”. De ahí se entiende que de antiguo la tradición de los matrimonios, más que el interés de las personas conllevaba el hacer alianzas matrimoniales en el interés de preservar, mejorar y posicionarse de los ayllus, las panakas, las llahtas y las markas.[3]

Igualmente la otra característica propia del buen gobierno tawantinsuyano y por ende del liderazgo comunitario fue la dualidad “jerárquica” del poder compartido y a la vez complementario, es decir la institución del hanan y del hurin, en la cual muchos han querido ver “jerarquía o espacialidad” no es sino la manifestación de un modelo de buen gobierno que busca la emulación (no competencia) tanto de los líderes, cuanto de las comunidades y formas de gobierno, manifestaciones culturales, incluso los mismos tinkus, como parte de una estrategia de preparación y ejercicio de la guerra. En todas estas actividades los ayllus de “arriba” y los de “abajo”, entraban a una sana competencia (emulación) para conseguir mayores logros y esfuerzos colectivos en beneficio del todos; y, de ahí la elección de los/las kollanas, es decir los mejores, como reconocimiento al esfuerzo y servicios realizados a la colectividad.

Si bien este tipo y carácter de gobierno tuvo su origen y su modelo tomado directamente en la estructura de las comunas indígenas keshwa-aymaras, en el decurrir del tiempo y el avance civilizatorio, necesariamente debió constituirse en un ejercicio del gobierno y del poder a la vez centralizado y descentralizado en un vasto territorio, en el objetivo de potencializar y dinamizar las fuerzas productivas, en este caso de una economía fundamentalmente agraria, para lo cual el Estado Inka, ejerció la soberanía sobre la propiedad de la tierra y estableció la administración centralizada de la fuerza de trabajo y la producción, para dar origen a una de las mayores obras civilizatorias que ha conocido la humanidad antigua: el Tawantinsuyu, y esto no sólo por su riqueza, buen gobierno, arte, ciencia y cultura, sino por su modelo societal que se lo entretejió a partir de la institución mitmae como la fusión armónica, rica y diversa de todos los ayllus, panakas y llahtas, dispersas por todas las markas y suyus del Tawantinsuyu.

Entonces otra característica del liderazgo comunitario, es la centralización y descentralización tanto del poder cuanto del gobierno y la integración de sociedades diversas pero armónicamente unidas y complementarias.

De ahí que el Inka gobernaba con el Tokay Apu que no era más que el Hurin Inka, e igualmente había un Consejo que representaba y direccionaba a los cuatro Suyus, había instancias de gobierno para cada una de las markas, llahtas, panakas y ayllus. Y, para todos ellos habían sinnúmero de funcionarios y administradores del buen gobierno, los kamayuqs.

Pero el poder, así como el Estado era uno sólo, armónico e integral como lo da a entender la denominación de Tawantinsuyu (tawa: cuatro, ntin: integro, unido; suyu: regiones cardinales) y el ejercicio de este poder y gobierno era de carácter centralista y a la vez descentralizado, porque el Consejo del Tawantinsuyu deliberaba sus políticas en base el aporte de todos, analizaba en base a las excelentes cuentas que todo tenían que rendir en especial los kamayoqs y de cuya cuenta llevaban los kipukamayoqs, verdaderas bibliotecas humanas y; en base a ello, el Consejo establecía las políticas centrales que eran acatadas rigurosamente por todas las instancias del gobierno y del poder en todos los cuatro suyus. Estas políticas eran consagradas como kamachikuhs – mandatos, leyes, ordenanzas para el buen gobierno y la guía para el ejercicio de este, por parte de los funcionarios del régimen y del gobierno inka.

Aquí otra característica del liderazgo comunitario, éste está en función, no de individuos, personas o grupos particulares, sino del máximo interés colectivo, y; tiene un mandato, ley u ordenanza, en base al cual ejerce su liderazgo, es decir administra y gobierna en base a un mandato colectivo.

El incumplimiento de este principio es el origen del fin del Tawantinsuyu, pues el Consejo del Tawantinsuyu en el gobierno del Sapa Inka Wayna Kapak, había dictaminado el iniciar una macro partición del Tawantinsuyu, asignando pleno poder y responsabilidad a Atau Allpa de los confines nor – occidentales de este, dándole el poder de Hurin Inka y estableciendo un nuevo asiento de poder en Kito, y otros en Tomebamba, Wanuko, etc. Mientras Waskar Inka era reconocido como Hanan Inka. El desconocimiento de este principio de dualidad del poder, de integralidad del mismo, aunado a la invasión hispana, y el inicio del Pachakutik descendente; hizo que colapsará una obra civilizatoria que había tomado milenios.

En estas situaciones al haberse quebrado el liderazgo comunitario desde dentro, se pierde la cadena de mando, y los ayllus y llahtas devienen en fácil presa de las levas de guerra de los conquistadores obligando a servir no sólo en la logística y aprovisionamiento de las tropas invasoras, sino lo que es peor obligando a ser parte de estas en la masacre de otros pueblos y comunidades indígenas.

Parangonando a la situación actual, diremos que el proceso de construir un liderazgo comunitario, tiene una base histórica concreta y es parte de una realidad circunstancial presente en las comunidades y pueblos de los andes, quienes a pesar de haber sido profundamente y expresamente des-estructurados en su base material-económica así como política, se han mantenido estrechamente unidos alrededor del ayllu, y es que la estructura de poder y gobierno, así como de economía y cultura de las actuales comunidades, siguen teniendo como referencia los antiguos ayllus, es decir los grupos colectivos de runas que unidos inicialmente por lazos consanguíneos supieron desarrollar en el transcurso del tiempo estructuras sociales y políticas así como económicas y culturales, que les permitieron subsistir a pesar del etnocidio, el genocidio, el ecocidio que se produjo con la invasión española.

Pero la inmensa y ramificada estructura de poder y de gobierno de las panakas, llahtas, de las markas, de los suyus y del mismo Tawantinsuyu se vieron gravemente distorsionadas, cuando su centros políticos mayores hubieron colapsado y su base material económica habíase debilitado enormemente.

De ahí podemos colegir, que es la base económica de recursos materiales y humanos, cuanto de técnicas y teconologías, es la base sobre la cual se alza el buen gobierno comunitario en los andes, y por ende el liderazgo comunitario en mucho está orientado a conservar, ampliar y desarrollar esta base económica productiva y material de los ayllus, las llahtas y las markas.

En esta estructura de buen gobierno y liderazgo comunitario, la institución de las panakas constituye otro eslabón central, estas no eran más que linajes - layas que poco a poco se iban estructurando en el ejercicio del mando y del gobierno de los ayllus, cuanto de las llahtas y de las markas. Es decir el Kuraka, el Apu, el Wamani, el mismo Sapa Inka, que habían sido electos para el ejercicio de gobierno de estas instancias de poder, luego de recogidos, eran motivo de culto, es decir muchos de ellos se transformaban en mallquis, “árboles genesíaco” y se los mantenía momificados. Sus familiares y descendientes que se mantenían en el culto pasaban a ser parte de la panaka y por ende a ser parte del gobierno y del liderazgo comunitario.

Estas estructuras al momento de la invasión y la colonia, en mucho devinieron como “cofradías” es decir como instituciones de tipo religioso cristianas en las cuáles el culto al mallqui se había encubierto en el culto a determinado santo, virgen o cristo.

Aquí otro elemento que puede ser caracterizado como parte de la forma de ser del liderazgo comunitario, esto es el reconocimiento a la fuerza que proyectan los grandes líderes, incluso después de muertos; y, la veneración y conservación de la memoria y de su compromiso, especialmente por parte de su familia, y el respeto a éste linaje por parte de los comunarios.

[1] Inka Garcilazo de la Vega: Comentarios Reales
[2] Waman Poma de Ayala: Nueva Corónica y Buen Gobierno.
[3] Esta sana política dirigencial ha intentado ser retomada en la actualidad por el Consejo de Ayllus y Markas del Qollasuyu. Pero igualmente en las resoluciones de sinnúmero de Congresos se ha exigido una mayor participación de las esposas en la gestión política y social de los dirigentes.
texto recopilado por Lautaro Villavicencio

viernes, 8 de agosto de 2008

NARRÍO TESTIGO DE LA HIDALGA TIERRA DE LOS BRAVOS CAÑARIS

Donal Collier y Jhon Murra (1982) consideran al Cerro Narrío como una colina con flancos escalerados de aproximadamente 100 metros de altura, situada a 700 metros al Oeste de la ciudad de Cañar, en la orilla opuesta del río Zhamzham, a una altura de 3.100 metros, s/n/m/. Sitio arqueológico que pertenece a la jurisdicción territorial de la comuna originaria de Quilloac.

Narrío, es considerado por los arqueólogos e historiadores como el más importante sitio arqueológico de la parte Sur del Ecuador, por su antigüedad y por la importancia de su cerámica. Si bien los estudios arqueológicos aportaron importante material científico para la explicación de la identidad cañari, con respecto a lo material. Sin embargo, como es obvio, la arqueología en estos casos se ha divorciado de la antropología y por lo tanto no ha vislumbrado explicaciones contundentes sobre la parte no material de la cultura cañari. Hoy a través de estudios antropológicos, de los mitos manifestados en un tiempo y espacio sagrado, de los aportes históricos y de la topografía del área de Narrío se dedujo la utilización ancestral de estos espacios.
A continuación pongo a discusión algunas ideas orientadoras sobre la importancia socio/religiosa de este sitio.

La primera tesis “Las tres grandes plazas que se localizan alrededor de las nueve pakarinas distribuidas desde la parte norte y occidente del sitio, sirvieron para entrenamiento militar”

Argumentos:

Historiadores, como Iglesias (1973), Cordero (1981), Zaruma (1980) Andrade (1997), Fray Reginaldo de Lizárraga (s. XVI), Gonzáles Suárez y otros, sostienen que los cañaris se caracterizaron por ser hombres belicosos y por ende considerados como guerreros de alta peligrocidad; debido a que fueron expertos en el manejo de la hauraca kutu y la waraka suni, motivo por el cual Tupak Yupanki, decidió enviar al Cuzco en calidad de mitimaes a los departamentos de yucay y Chira, según Soriano ().

Molina. “El Cuzqueño” (1580) advierte, que en el mes de noviembre se armaban a los jóvenes caballeros orejones en el Cuzco, hecho que consistía en pruebas, pujilatos y duros entrenamientos militares, previo a declararles hombres aptos para la guerra, evento que se desarrollaba en los sitios de entrenamiento militar. Andrade (1997) hace un importante comentario sobre la educación que recibió Atahualpa en la “Academia de Nobles” en la Ciudad Sagrada del Imperio. Barrionuevo (1975), respecto al Cuzco, advierte que a los 12 años los niños kanas están aptos para guerrear como hombres. Las prácticas de entrenamiento duran toda su vida. La honda, el liwi, wichi wichi, manejado con sobria destreza utilizaban para cazar desde pájaros, venados vicuñas, pumas y obviamente para las batallas rituales de fertilidad de la tierra. Aportes similares planeta también Martínez (1989) en Bolivia.

La suma de estos aportes teóricos, hacen pensar que los cañaris para ser de más alta preparación militar que los Incas, debieron haber tenido este tipo de escuelas de formación militar. Para mi criterio estos espacios de alta preparación militar se situaron en el Perímetro del “Cerro Narrío”, Waka local principal de los cañaris. Porque en este espacio se hallan distribuidas tres plazas y, alrededor de ellas se asentaban impresionantes montículos que sumaban un total de nueve y, que sirvieron de trincheras para el entrenamiento del tiro al blanco. En este entrenamiento perfeccionaban como dice Molina, y Andrade el manejo de las warakas kutus y sunis y, el forcejeo de cuerpo a cuerpo. Con las warakas sunis lanzaban proyectiles que consistían en frutas secas según Fok y Krener (1979) desde una pakarina a otra, que se encontraban de cincuenta a cien metros de distancia.

Segunda tesis:

“Una de las nueve pakarinas, estuvo orientada a la práctica de las batallas rituales y, en su perímetro estuvo designada a la siembra de maíz”

Argumentos:

Barrionuevo (1975) Martínez (1989), Martínez (1995) Rasnaker, González Suárez, Guamán Poma (1980) en sus investigaciones a nivel andino revelan que las batallas rituales, las ofrendas y sacrificios se realizan, junto a las Wakas mayores o Locales. Respecto al Perú y a Bolivia, comentan que este tipo de ritualidad congrega a cientos de guerreros en las altas punas, aquí prueban la hombría en dramáticas y sangrientas batallas rituales.

En el Austro, este ritual fue muy difundido y practicado, así explican investigaciones hechas por Martínez (1995), Rodas (1975) para el Azuay y Fok y Krener para el caso de Cañar. Estas investigaciones, dan cuenta que el “Pukara” se realizaba junto a las Wakas locales. Estas en el primer caso se localizan en Quingeo, Monjas y, en el segundo caso se refiere a una impresionante Waka local conocida como el “Pukarana” en Juncal. Para el caso de Cañar no existen aportes investigativos. Pero considerando los aportes de los autores antes citados, este sitio dedicado a este ritual se localiza en la parte norte del Cerro Narrío. Sitio en el que se localiza una de las más importantes pakarinas relacionada con la fertilidad, allí se ofrendaba comida ritual a través de las mesas rituales, y se sangre humana a la Pachamama a través del ritual del Pukara. Ritual que pervive aún, y que entra en escena en la Fiesta Mítica del Pawkar Raymi con las denominadas mesas rituales que lo preparan en sus propias casas. El ritual del pukara, se evidencia también a nivel de mito cantado, en el que actúa el pukarero completamente armado con su waraka suni, al son del tambor y el canto busca el sitio de pelea. Si el mito existe es porque tiempos atrás este ritual debió tener un sitio sagrado.

Zuidema (1993) al referirse al mito de Tayta Carua, sostiene que todos estos rituales relacionados con la fertilidad de la tierra giraban en torno al agua, razón por la que la mayor parte de Wakas se encuentran ubicadas en los lugares cercanos a las canales de riego. Las fiestas en estos lugares sagrados se realizaban en tiempos de siembras y cosechas maíz. Urguen también aporta con investigaciones similares sobre, la importancia del agua y del cultivo de maíz en estos rituales. Estos aportes permitieron situar a esta Pakarina, que por estar relacionada con el agua, el maíz y el pukara, la he denominado “Pakarina de la Fertilidad”. Hasta este montículo, según testimonios de los primeros propietarios llegaba el canal de riego, aún que hoy recorre hacía otro tramo. Y como es obvio pensar si llega el agua, es para ser utilizada en el ciclo del cultivo de maíz. Los terrenos de la actual urbanización Narrío tenía esta finalidad. Aquí sembraban el maíz y se practicaba toda la ritualidad correspondiente a este cultivo, hasta las batallas rituales para ofrendar sangre humana a la tierra.

Otro argumento contundente para sostener la existencia de las batallas rituales son los mitos. En el imaginario del hombre cañari pervive y entra en escena en la fiesta mítica del Pawkar Raymi un conjunto de 25 mitos que remiten información contundente sobre el ciclo vital, mítico y agrícola y, en esta literatura se explica con profundidad el sentimiento cosmovisivo y espiritual de este grupo étnico. Los mitos cantados y dramatizados como el pukara, el cóndor, toro, gallo y, la vaca lucera, remiten información de la materialización de las batallas rituales, hecho que se desata entre los hombres del hanan con los del urin. Las warakas kutus en sus distintas modalidades, que portan los carnavaleros míticos, las acrobacias desafiantes hacen alusión a pelea. La pregunta que surge es ¿en dónde realizaban las batallas rituales? Sin lugar a dudas en el perímetro de la denominada “Pakarina de la Fertilidad, porque en esta dirección se encontraban tres pakarinas de mayor altura y una plaza impresionante la misma que se encuentra entre la pakarina localizada junto al terreno de la Empresa Eléctrica y la anteriormente referida ubicada en junto a un canal de riego.

En este ambicionante recorrido de investigación, bajo la orientación teórica de Urguen, (1990), sobre la importancia del baño ritual, a nivel de las cuatro fiestas andinas más importantes del año y de manera especial el Pawkar Raymi. Por otro lado Juan de Velasco (1789) comenta que la fiesta del Pawkar Raymi estuvo precedida por tres días de ayuno, espacio en el que permanecía apagado el fuego en todas las casas, solamente podían comer frutas y hierbas después de ocultado el sol. Esta solemne fiesta comprendía tres partes: el Mushuk nina, que consistía en la renovación anual del juego sacro. La segunda parte, consistía en el encendido del fuego, sacrificios y ofrendas y, una tercera parte, celebrativa, con música, banquetes y bailes.

Este material teórico remitido por Urguen, sobre los baños rituales, condujo a que se pusiera al descubierto tres impresionantes cascadas dedicadas a la purificación espiritual y a la energitación, situadas en el en Río Zhamzham, junto la cerro Pucunshi, toponimia que significa “Escodilla de la Luna”. Sitio que por significado remite pensar a que fue un lugar dedicado a rituales lunares. Por otro lado junto a la primera cascada se localiza una impresionante caverna, que siendo partícipes de las investigaciones de Velásquez habría servido para la renovación anual del juego sacro conocido como Mushuk Nina. Los argumentos que corroboran a sostener estas ideas son los mitos que sobre estas cascadas y cavernas están en el imaginario de la gente y, que tiene que ver con lo planteado.

Propuesta

La Organización TUCAYTA institucionalizó la fiesta mítica del Pawkar Raymi, fiesta que año por año, convoca a turistas nacionales y extranjeros a admirar la riqueza cultural expresada en los mitos y rituales que se desata en torno a las comparsas carnavaleras.

Para el desarrollo de esta fiesta mítica, como se demostró en líneas anteriores se requería de un espacio sagrado, espacio que generalmente se localizaba junto a las wakas locales o de altura. En nuestro caso se localiza junto a Narrío.

Las ofrendas de comida, bebida y los pukareros que actúan en el desarrollo de las batallas rituales, están presentes vivos, actúan todos los años, y para el desarrollo del ritual improvisan espacios, porque el espacio aurático ancestral hace mucho tiempo lo arrebataron quienes ostentan el poder político y económico.

En el lugar que se sembraba el maíz, para el desarrollo de la ritualidad cíclica agrícola, en la actualidad se levanta una moderna urbanización denominada Narrío. En la plaza de entrenamiento militar o pukarana se asienta otra urbanización moderna, la misma que al derrivar dos de los montículos referidos anteriormente convirtieron al lugar en una zona de avanzada urbanística.

La historia y los documentos son testigos de la lucha incansable que hemos emprendido como organizaciones representantes del milenario asentamiento del pueblo cañari. Será porque somos víctimas de la exclusión política y social por parte de quienes ostentan el poder para que, pese a la claridad de la ley del patrimonio cultural y otros cuerpos legales, la justicia jamás ha rodando por lo menos cerca de nuestras aspiraciones. Sin embargo no hemos perdido la esperanza, estamos muy convencidos que el Gobierno de la Revolución Ciudadana del economista Rafael Correa, intervendrá en este caso con mano dura, haciendo que impere la justicia y el derecho.

Con estos argumentos, requerimos del gobierno fondos para indemnizar todos los inmuebles que se encuentran en perímetro del cerro Narrío que suman alrededor de unas tres hectáreas de terreno y declarar patrimonio cultural y arqueológico intangible cañari.

Con al recuperación de estos terrenos. Los Bravos cañaris, nos comprometemos en convertir a Narrío y su entorno en un espacio de la mejor oferta turística comunitaria del Austro. Porque pretendemos:

1. Recuperar y fortalecer el ritual de las ofrendas, comida, bebida y las batallas rituales practicadas en la fiesta de Pawkar Raymi.
2. Fortalecer la minga a través de la siembra de trigo, con el objeto de salvar la Gran Fiesta de la Cosecha a través del ritual de Haway. Una de las expresiones más importantes de la identidad cañari, la misma que por falta de terrenos camina al olvido. En esta ritualidad entra en escena un conjunto de 30 mitos cantados por un solista y el coro lo hacen las personas que cortan la gramínea.

UNA GRAN PLAZA DE RITUALIDAD CAÑARI PARA:

3. El desarrollo de la escaramuza, ritual que se ejecuta con la intervención de doce caballos amaestrados y elegantemente jaezados, dirigidos por jinetes que en su mente tiene un conjunto de 20 figuras entre totémicas, cosmovisivas, religiosas y otras que representar al son del galope del caballo. Esta ritualidad propia del Pawkar Raymi y el Inti Raymi. En la actualidad improvisan espacios. No disponemos de un lugar que convoque al desarrollo de esta importante escenografía andina.
4. Ofertar danzas rituales del “Tucuman”, damas, Rucus, Curiquingues a los turistas. En la actualidad lo apreciamos en las calles generando disgustos a los transeúntes.
5. Fortalecer el ritual del “Cuchunchi” matrimonio indígena.
6. Ofertar a los turistas el ritual del Huasi Pichay conocido como Sualay.
7. Concentrar en las zonas de amortiguamiento las fitonimias cañaris, y por ende se recuperará el sustrato de esta lengua.
8. Recuperar y concentrar plantas medicinales de la zona, en un jardín botánico.
9. Ofrecer a los turistas tejido, gastronomía, artesanías, música y, danza, etc.
10. Garantizar las prácticas de la medicina natural, utilizando los propios espacios requeridos para la sanación como los baños rituales en las cascadas.

Fuente: exposición del Lcdo. Anastasio Pichizaca

jueves, 7 de agosto de 2008

Proceso Organizativo de UCOIT

UNION DE ORGANIZACIONES DEL CANTÓN EL TAMBO UCOIT

Acuerdo Ministerial Nº 342, del 11 de Diciembre del 2006.


En el año 1986 nace la organización de segundo grado a nivel de el Tambo, con el nombre Unión Parroquial de Organizaciones Indígenas del Tambo su sigla UPOIT; el 19 de septiembre de 1991, logra obtener la personería jurídica como, Unión Cantonal de Organizaciones Indígenas de El Tambo (UCOIT), con acuerdo ministerial N° 01862 del Ministerio de Bienestar Social (MBS), y El 11 de Diciembre del 2006, una vez actualizado los estatutos se registra como Unión de Organizaciones del Cantón El Tambo “UCOIT”; y en Kichwa como Tambo kiti Jatun Tantanakuy “TAKITA”, con acuerdo ministerial N° 342 del Consejo de Desarrollo de Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (CODENPE). Que actualmente aglutina a las 22 comunidades y organizaciones que se autodefinen Kichwas indígenas de conformidad a los artículos 83, 84 y 191 inciso 4 de la constitución Política del estado y Convenio 169 de la OIT y demás tratados e Instrumentos Internacionales relativos a Pueblos Indígenas.
Objetivos generales:

La UCOIT está empeñada en lograr la participación más amplia y consciente de los campesinos e indígenas en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Guiada por este propósito general, persigue los siguientes objetivos:
1) Contribuir al desarrollo y mejoramiento social económico y cultural de las comunidades y organizaciones de cantón.
2) Fomentar y desarrollar la agricultura orgánica, y la seguridad alimentaria.
3) Desarrollar el intercambio y comercialización de productos agropecuarios.
4) Manejar y proteger los recursos naturales renovales existentes en el territorio como (agua, bosque, paramos)
5) Recatar desarrollar y difundir la identidad cultural, lingüística, espiritual conocimientos ancestrales medicina, arte y otras manifestaciones culturales.
6) Capacitar a sus integrantes en el manejo de técnicas productivas agropecuarias, artesanales, de comercialización, así como en la formación humana y social.
7) Fomentar las actividades recreativas, deportivas y técnicas que redunden en la mejor formación y orientación de los comuneros.
8) Exigir de los poderes políticos local, seccional y local la creación de centros educacionales, técnicos, artesanales comunitarios.
La UCOIT, actualmente aglutina a 10.000 habitantes de las siguientes comunidades filiales: Abzul, Ana María, Caguanapamba, Cachi, Coyoctor, Cruz Loma, Cuchocorral, Chuichun, Queseras, Romerillo, Tunaspamba, Marcopamba, Romeropata, Molinopungo, Molinowayco, Mushuk Jalupata, Pailapata, Ovejeria, Sarapamba Yutoloma, Sunicorral, Asociaciones Nueva Esperanza, Pakariñan Sunicorral - Culebrillas.
La Organizacion Cantonal desde su creacion ha venido trabajando, defendiendo, fortaleciendo el proyecto politico del movimiento indigena, aglutinados en las organizaciones madres como: Union de Pueblos y Comunas Campesinas Cañaris UPCCC a nivel provincial, la Confederacion de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador ECUARUNARI a nivel regional, y la Confederacion de Nacionalidades Indigenas del Ecuador CONAIE a nivel nacional.
La estructura organica y funcional administrativo de la UCOIT, son los siguientes: Congreso cantonal se realiza cada dos años, la accion es planificar, eligir, evaluar, y fiscalizar a planes, programas, proyectos ejecutados por los miembros de directiva, asamblea de gobiernos comunitarios cada fin de mes, planifican, evaluan las actividades planificadas, participan los cinco diregentes de cada comunodad de base; El Consejo de gobierno de UCOIT, son los responsables directos de gestion, ejecucion de planes, programas, politicas, mandatos del congreso y sesionan dos veces al mes integrado por siete dirigentes; y el equipo tecnico administrativo ( secretaria, contadora, coordinadores y promotores de los proyectos).
En el I congreso de la UCOIT, realizada el año 2007, en la Comunidad de Abzul; se definio los cuatro grandes ejes de trabajo son:
1) Identidad y Cultura.
2) Recursos Naturales y Economico.
3) Demografico Social.
4) Politico Organizativo.
Los principales dirigentes y miembros fundadores de UCOIT son:
*Manuel Zaruma, Fidel Quishpe, Francisco Huerta, Jose Maria Guaman, *Jose Jacinto Guamán, Manuel Morocho, Miguel Balboa, Julian Guamán, Manuel Zaruma Pinguil, Gilberto Zaruma, *Jose Martin Caguana,*Daniel Mayancela, *Eliseo Quishpe, *Manuel Guaman*Rafael Pichizaca, * Francisco Caguana.
La principal actividad economica de las familias es la agricultura, ganaderia, y menor escala artesanias, y comercio etc. En las comunidades de bases se encuentran los principales sitios arqueologicos, ecologicos y culturales; Complejo Baños del Inca, Cerro Yanacauri, Lagunas Sagradas de Culebrillas, Sansawin, Paredones, Labrashca Rumi, Camino Real de los Incas, Cueva de Espindola y el Centro de Turismo Comunitario Kuya Llakta.
Los principales raymis de celebracion son el Killa o Kuya Raymi en el mes de septiembre de cada año, en el sitio sagrado de Baños del Inca, Pawkar o Sisay Pacha Raymi en el mes de febrero, esto se hace en una Comunidad cada año.
El Tambo se encuentra a una altura de 3000m.s.n.m a 4500m.s.n.m y su temperatura anual varia entre 9-11ºC.
Direccion de la Oficina: Panamericana central 4-09 y David campoverde, junto a Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado; del Cantón El Tambo, Provincia del Cañar, Republica del Ecuador
Telefax 593 072 233 111